1. Batí la manteca blanda con el azúcar formando una crema. Añadí la leche condensada y de a poco los huevos mezclando bien después de cada incorporación.
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2. Agregá la esencia de vainilla, el chocolate y una vez integrado incorporá la harina.
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3. Precalentá el horno a temperatura alta 250ºC.
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4. Colocá en 10 moldes de metal con papel manteca en la base, enmantecados y enharinados.
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5. Cociná durante 10 a 12 minutos o hasta que la superficie pierda el brillo y los bordes estén firmes.
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6. Pasá un cuchillo por el borde y desmoldá. Servilo espolvoreado con azúcar impalpable y con frutillas.
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